TESTIMONIOS DEL EXILIO

TESTIMONIOS DEL EXILIO

E: Estamos en la casa de Alberto Barret para conversar con él sobre parte de su vida, lo que él conoce del Paraguay, su vida en el Paraguay, en el exilio, su vida de luchador. Entonces yo te quiero hacer una primera pregunta para entrar en el tema, ¿cuál pudo haber sido el problema cuando juntos estuvimos presos en la 4ta? Quiero que vos relates ese hecho, ¿con quiénes estábamos, tu percepción de cuál fue esa experiencia? Recordarás la carta que escribimos en casa, que sacamos al exterior declarando nuestra huelga de hambre, entonces me interesa mucho, porque vos ya estabas en la 4ta cuando yo llegué, fue en agosto de 1960, en la época plena de las luchas guerrilleras y del terrorismo del Estado. Entonces, para partir de allí y después vos contás aquellas cosas que te parezcan más interesantes del exilio. ¿Por qué saliste exiliado?, ¿por qué nos expulsaron? Esa vez que nos tiraron en Clorinda, al Pilcomayo, a los cuatro que estábamos ahí. Entonces Alberto, dentro de la culpabilidad, como siempre actúas, a tu criterio, ¿de qué podes contar?
V: Sí, yo me acuerdo de cuando vos llegaste a la 4ta, nosotros ya habíamos estado ahí hacía ya un tiempo y habíamos sido apresados en la época de la huelga estudiantil del ‘59, nos apresaron ahí y fuimos al Batallón de Construcciones, una semana de torturas; después al Batallón de Seguridad, me habían roto una clavícula, me habían tirado a un pozo de cal viva, estaban apagando la cal, eso fue un pequeño desastre ahí, porque estuve como tres meses en el calabozo así, atado. Eso fue el 27 de agosto, aniversario de la huelga, ellos hicieron una gran redada, los estudiantes que participaron de la huelga llegaron a nuestra casa y nos agarraron a once. De ahí nos llevaron al Batallón de Seguridad y cuando empezó la guerrilla del 14 de Mayo, el 12 de diciembre del ’59, nos trasladaron ahí, en una piecita de 2m x 3m, estábamos quince presos ahí, cabíamos casi todos para dormir en el piso y los últimos que no cabían dormían sobre una mesa que había.

E: ¿En el piso pelado dormían, ni colchón, ni nada?
V: En esa época, en enero del ‘60 que cayeron ustedes con Cármen, que vos te habías peleado con los policías paraguayos, Cármen fue apresada ahí, hizo una huelga de hambre en la 3ra. Estábamos ahí nosotros, no la vimos. A ella la tenían en el “ABSOLUTO”, que le llamaban a un lugar cerrado. De ahí le largaron a ella, porque ella hizo huelga de hambre y de sed, y eso no debía hacerse, de hambre y de sed. Nosotros andábamos pensando en hacer una huelga de hambre, pero era muy peligroso. Y bueno, vino la época, esa del 11 de diciembre, hubieron muchos traslados de presos, a cuatro nos llevaron a la comisaría 4ta, para nosotros era un campo, un paraíso.

E: ¿En comparación al calabozo?
V: Claro, el calabozo ese era chiquitito, la 4ta. tenía un patio enorme, salíamos a tomar sol una vez por día, una hora por día, era el mes de enero y en fin, poco a poco se fueron restringiendo las libertades, o sea, tomar sol por ejemplo, ir al baño cuando querías, una vez al día nada más y tomar sol una hora al día. Después ya sin tomar sol, porque habían enfrentamientos guerrilleros en la zona de Villarrica.

E: ¿Antonio Alonso por el ‘70 fue ahí asesinado con toda su familia?
V: Antonio Alonso Ramírez, Antonio Otazú; Otazú el que era nuestro compañero, Marcial Arce y en la guardia ponían a veces a todo volumen las noticias donde daban cuenta de esas muertes, muerto en acción de guerra; Antonio Otazú, Marcial Arce, muertos en acción de guerra y Víctor Molinas un concertista de guitarra, muerto en acción de guerra. Nosotros nos enterábamos, porque ponían a todo volumen, nosotros teníamos prohibido leer diarios. En esa época fuiste cayendo vos, era en agosto.

E: ¿En agosto?
V: En agosto, habían oído mis viejos un tiroteo con Tatter, ahí he visto la foto de Tatter también.

E: ¿Tenés por acá también la foto de Tatter?
V: Si, tengo también.

E: ¿Después podemos verla?
V: Fuiste cayendo también vos ahí y se aumentó la vigilancia, se hicieron más duros ahí, ya no se recibía a ninguna visita, porque antes de eso, a veces nosotros recibíamos visitas.

E: ¿En la 4ta?
V: En la 4ta, y tanto es así que en determinado momento hubo el altercado contigo ahí hacia el baño.

E: ¿Te acordás cómo fue el altercado? Resulta que era mi cumpleaños o el cumpleaños de Cármen, nos mando una carta.
V: Eso, en una torta, una carta.

E: Una carta abajo. Escondida y eso descubrió la policía de la guardia.
V: Ellos

E: Nos castigaron a todos ahí.
V: Pero ellos descubrieron porque partieron para comer la torta, notable casualidad nada más, no es por inteligentes, cortaron la torta y encontraron una carta abajo y ahí se produjo el altercado contigo, porque leyeron el contenido de la carta, “que iban a hacer una denuncia en la comisión de DDHH de la OEA, o algo así y escuchamos que vos dijiste, gritaste ahí, ¡hago huelga!, porque te habían apaleado, sableado y demás ahí.

E: Ah!, en la celda continua que era un baño.
V: Era un baño, baño de bañarse digamos.

E: Sí, sí
V: Unas duchas. Y nosotros escuchamos que vos dijiste ¡hago huelga de hambre hasta salir en libertad!, pero nosotros ya habíamos estado experimentando incluso la huelga de hambre hacía tres meses, ¡nosotros experimentamos! Yo fui uno de los experimentadores, eso es toda una historia aquí, que debe hablarse especialmente de eso, la experimentación de la huelga de hambre, sus peripecias y tienen sus lados positivos y negativos, y macabros también. Lo cierto es que dijimos nosotros, “Luis se equivocó ahí”, no puede hacer huelga de hambre y de sed, eso era el 20 de agosto o 31 de agosto, no sé, era el cumpleaños del jefe de policía, algo así, y estaban declarando en San José de Costa Rica que no había ningún preso político, entonces no podía de repente aparecer con que fulano, Dr. Casabianca hizo huelga de hambre, estaba preso. Ellos negaban la existencia de presos, pero de todas maneras, huelga de hambre era algo que requería una solución perentoria, inmediata.

E: Era como suicidarse casi.
V: ¡El gobierno no estaba en condiciones de resolver eso!, y nosotros ya lo habíamos evaluado, porque el caso de Carmen era atípico, fue una sorpresa en toda la historia del Paraguay, ¡una huelga de hambre!, cuando hizo Carmen, la soltaron en la Argentina, pero no sé cómo se produjo eso, entonces dijimos, eso está mal. Y nosotros empezamos a tirar todos los pomelos, naranjas y yerbas, y todo lo que teníamos, tiramos todo al patio y declaramos “huelga de hambre”, hasta recibir un médico forense, leer diario y recibir visitas de los parientes, no era por la libertad.

E: Redactamos una carta después que sacamos. ¿Te acordás?
V: ¡Claro!

E: Porque ellos habían afiliado como a ocho agentes de policía en esa prisión, afiliaron al partido, yo me acuerdo de eso.
V: ¡Sí!

E: Y Rotela se llamaba el agente que sacó la carta.
V: Rotela sacó la carta, también tiraron con piedras unas cartas hacia lo de Dérlis Villagra, hacia la hermana, hacia la casa de ahí, ¿no sé?, nunca se supo si se recibió eso. Pero lo de Rotela era una carta dirigida a la Organizaciones Políticas, Obreras y Sociales, a todo el mundo, a los partidos políticos y se difundió en la Universidad, en todas partes e internacionalmente, y eso le preocupó al gobierno. Pero también nosotros no exigíamos la libertad, creo que al sexto día te largaron en Clorinda.

E: Pronto me pasaron al Pilcomayo, ¡sí, me tiraron!
V: Al Puerto Pilcomayo.

E: Al Puerto Pilcomayo
V: Pero ese hecho después de lo de Carmen, fue el primer problema de esa naturaleza que tuvo el gobierno, porque ya era colectivo. Y bueno, nosotros a partir del 5to día ya sabíamos cómo se sentía uno haciendo huelga de hambre, habíamos participado entre dos y al final fui yo solo nomás, porque primero fue con Benítez Vera.

E: ¿Aquel alto que era camarada nuestro?
V: No, primero fue con Rafael; Rafael llegó un sábado, fue el 3er día de la huelga que uno sentía mayor intensidad de hambre, y venía con unos tallarines con queso picado encima, ¡era una cosa! Y le dijeron a Rafael, “che, ¿no comerías un poco?”, yo creí que decía en broma, y de repente se puso a comer, y ¿cómo? le dije, “y era voluntario”, y me dice, y bueno esta bien. Comieron todo y después Benítez Vera a la tardecita dice, era la hora de la reunión, hacíamos una reunión diaria, dice; “compañeros, yo quiero decir que no podemos dejar que el compañero haga solo la huelga de hambre, tenemos que ser por lo menos dos”, yo me ofrezco a participar con ellos, y habían transcurrido tres días, esta bien, hizo la huelga conmigo, experimentar, ver que pasaba, que se sentía, porque no había donde leer nada, no había Internet, no había nada. Y nosotros teníamos un diccionario pequeño Larousse, teníamos unos mapas ahí y cuando los soviéticos lanzaron un satélite, nosotros teníamos apenas una ventanita para mirar al cielo, hicimos unos cálculos, primero, ¿a qué hora se podía ver el satélite?, y ¿a qué hora y qué día podía pasar por esa ventanita? Estaba haciendo yo con un compás casero ahí el dibujo de la tierra, el espesor de la atmósfera y demás. Y viene un tal Elizardo, un oficial y dice; ¿qué está haciendo ahí, que está haciendo con ese compás?, y le digo, ésta es la forma de la tierra y ésta delgada capa es la atmósfera y yo lo que estoy haciendo, es el cálculo de ¿cuándo? el satélite es alumbrado por el sol, pero ya está oscureciendo para nosotros, en ese momento lo podemos ver y por esa ventana lo podremos ver a la 05:30hs de la mañana desde aquí, y dice, ¿a las 5:30hs de la mañana?, bueno, dio la casualidad que al tipo le gustaban esas cosas y se interesó mucho en el tema, entonces le tocó ser el oficial de recorrida esa madrugada. Y bueno, salió a recorrer y andaba mirando el cielo, y de repente vio una cosa que, no era ninguna estrella, ni nada. Y bueno, nosotros habíamos hecho toda una estrategia, guardias de una hora cada uno, que tenía que despertarle al otro a tal hora, y despertar al otro, para poder estar despiertos en el momento que pasaba. Algunos de los compañeros se durmieron tranquilamente y a las 05:30hs de la mañana viene el tipo, abre y dice, “Allá, ahí pasó el satélite”, un despelote hizo el tipo ahí, nos despertamos todos porque estábamos dormidos, ¿ustedes no lo vieron?, ¡que lo iban a ver!, se durmió el guardia, después salió en el diario que a las 05:30hs de la mañana se vio y que iba a pasar sobre Salta y de acuerdo al mapa de ese diccionario, esta era la ciudad por donde iba a pasar y todavía iba a ser alumbrado por el sol y todavía no iba a amanecer, y así fue.

E: ¿Sputnik, ese fue, no?
V: No, fue el primero, fue un satélite, imagínate que ya era agosto de 1960, el Sputnik fue en el ‘56, ’57, lo que sigue a esa historia fue cómica.

E: Sí, porque si nosotros nos estamos riendo
V: Porque los tipos a raíz de eso dijeron, “Esos presos políticos que están ahí, pueden hacer cualquier cosa”, cualquier cosa pueden hacer, tienen que tener mucho cuidado. Y había un tipo que era mi compañero en la escuela primaria, era un oficial de ahí, pero por otra parte había el plan, que si había un acoso en Asunción, por ejemplo, revolucionario, que fueran aniquilados los presos políticos, y eso nos enteramos nosotros ahí, vino un tipo de la comisaría 3ra y se fue al baño, y Morínigo, el zapatero tenía un pantalón beige, ese color de los policías.

E: Morínigo era un zapatero que estaba ahí con nosotros
V: Sí, Atilano Morínigo

E: Atilano Morínigo ya murió
V: ¿Murió Atilano?, mira che! Fue al baño, y este oficial que vino de la otra comisaría fue al baño también y le dijo Morínigo, ¿qué tal allá en la 3ra, cómo andan? “y bien” dice, ahora se viene pesada la mano, porque si viene un ataque de los revolucionarios aquí, todos los detenidos políticos van a ser liquidados, mira vos. Lo confundió con un policía a Morínigo, así fue que nos enteramos nosotros. Y el amigo mío que era ahí oficial me dice; “No, quedate tranquilo, si pasa algo, ustedes van a salir y yo voy a irme con ustedes”, notable. Hubo muchas cosas que pasaron ahí, muchas cosas.

E: ¿Decime una cosa Alberto, después a mi me sacaron a los seis días, ustedes estuvieron mucho tiempo todavía, hasta doce o quince días de huelga de hambre?
V: Once días y después continuamos un día más la huelga en la Argentina, porque nos pusieron guardia en el hospital.

E: ¿Ah!, te pusieron guardia en el hospital?
V: ¡Pero caramba, estamos en un país libre!, ¿o dónde estamos aquí?, ¿estamos presos aquí? Yo me saqué la manguera que me pusieron en la vena para alimentarme y todos hicieron lo mismo, y bueno, hicieron una reunión ahí y dijeron ¡no!, no se va a levantar la guardia, así que ustedes coman, tomen la sopa tranquilos. Y ahí fue que veinte y cuatro horas más hicimos la huelga.

E: ¿En la Argentina?
V: En la Argentina.

E: ¿Clorinda?
V: Sí, se completaron doce días, la experiencia que yo había hecho era de ocho días nomás, los demás días ya eran de riesgo total.

E: Uno comienza a marearse, a sentirse muy débil, ¿te acordás que nos acostábamos, para mantener por más tiempo la energía?
V: Toda la energía que se podía ahorrar, se ahorraba acostado sobre el piri (colchoneta de tacuara) en el piso y ahí nomás.

E: ¿Ese es el comienzo de tu exilio, de tu largo exilio?
V: Ahí fue que en el undécimo día nos llevaron en una camilla en la división de Investigaciones, nos sacaron otra vez la foto y nos mandaron por el puerto, por Itá Enramada, Puerto Pilcomayo, deportados con una carta. El tipo de Investigaciones llevaba una carta, y ahí el oficial de la Marina le interrogó al oficial del Ministerio del Interior. Y bueno, después de eso fuimos al hospital y del hospital quince días de internación, después salimos. Ahí nos quisieron asesinar, porque había algunos datos de gente que venía y averiguaba mucho de nosotros en el hospital. Nosotros salimos y había una pensión, 12 de Junio, de un liberal, que era muy amigo de un amigo de mi viejo, también de la antigua guardia, “Yacaré Valija” se llamaba, amigo de “Yacaré Valija” dice, no el 14 se va a ser cargo de ustedes, el 14 de Mayo, ustedes van a estar en una pensión con todas las garantías hasta que se restablezcan. Y fuimos nosotros a la pensión y era una serie de piecitas y en la última había dos camitas, mosquiteros, y nos alojaron ahí. Eso era a fines de septiembre, nos alojaron ahí, y hablamos largamente con el muchacho liberal, Pensión 12 de Junio se llamaba. No, ustedes aquí descansen tranquilamente, que le vamos a servir la comida, el desayuno, la cena, se puso con todo con nosotros. Bueno, agradecimos y salimos. Eso sí, cuando salgan tengan cuidado, porque aquí sabemos quién anda por la calle. Y salíamos nosotros, hacíamos nuestras visitas, yo le enseñaba matemáticas a una chica, hija de un amigo, y había un parasicólogo que había sido nuestro ayudante en el Paraguay, que repartía pan y de vez en cuando subía con él al carrito y daba una vuelta. No me acuerdo el nombre, el dueño de la pensión se preocupaba un poco, es que el tipo había notado cierta vigilancia sobre la casa y venían unos miembros de una Iglesia Evangélica, a catequizarnos, a querer ganarnos y nosotros no desconfiábamos de ellos, parecían gente sincera y no eran de esos peligrosos; a la tardecita nos dice, mira, ¿por qué no se mudan a lo de fulano? Y a eso de las doce de la noche ladraron los perros, y hubo un movimiento ahí en nuestra ex piecita y salieron corriendo dos tipos y les siguieron, le corrieron, dieron una vuelta por ahí y le agarraron a uno, y estaba mi cama y la de Rafael toda acuchillada.

E: ¿A acuchillar?
V: De los que iban a matarnos, lo llevaron a la Gendarmería, se volvió a escapar, pero como ya estaba cansado y los compañeros estaban descansados, lo agarraron de nuevo. Lo agarraron y lo llevaron a la Gendarmería, y el jefe, un tal Moki, que era de la SIDE, lo agarró, lo interrogó duramente, y al otro día lo volvió a interrogar y lo apretó tan mal y murió el tipo.

E: ¿Murió?, ¿el policía paraguayo?
V: El policía paraguayo, y antes declaró que sí, que venía para matarnos, que venía del Ministerio del Interior para matarnos.



Otro Testimonio

E: Podés empezar a relatar desde el comienzo tu caso.
V: Yo estudié en Asunción en el Colegio Nacional de la Capital. Cuando estaba en el 4to curso, mi vecino era Juan Patiño, que era estudiante de Ingeniería del 5to curso, que me indujo para querer ser ingeniero, y él me daba libros como Baldor, como W… Smith. Desde muy temprano, desde 4to curso comencé a estudiar Matemática avanzada con él, Álgebra, Geometría, Trigonometría, Física, todos los libros que utilizan ellos. Y yo llegué al Bachiller (SILENCIO; EL TESTIMONIANTE SE QUIEBRA; LLANTOS) no existo yo en ningún lado, ahí metieron mi muerte, yo no tengo más que este documento (muestra su cédula), esa es la parte más triste de mi vida, yo pude haber sido ingeniero, pude haber sido alguien en la vida (SOLLOZOS). Pero el padre Maciel me cedió en Quiindy, en el colegio Cristóbal Pérez para enseñar ahí, ahí fue que yo enseñé 2años, y el tercer año ya me atacan en Paraguari, ya no pude enseñar más después, ya estaba marcado en todos lados. En 2 semanas que yo ya no me iba a presentarme a mi trabajo no había comunicación para mí, entonces la directora Irma Pérez (en el colegio Cristóbal Pérez), ahí fue que osé un poco y en la curva, que era donde se hacía el control de los colectivos que se iban a Quiindy, me bajé una cuadra antes para cruzar, porque era la tercera semana que yo no me presentaba a mi trabajo, y ahí fue que me hirieron aquí en mi pierna (muestra).

E: ¿Te dispararon?
V: Sí. La suerte es que no agarró mi hueso, agarró mi carne nomás.

E: ¿La policía te disparó?
V: Sí, y esa fue la última vez que yo me fui ahí, después ya fue vagar, mis amigos me ayuden, me voy y traigo contrabando para ganarme la vida.

E: ¿En qué año fue eso?
V: En el 68 fue que yo empecé a enseñar en Cristóbal Pérez, que yo supuestamente ya era bachiller, encima que yo tenía estudios muy avanzados en la matemática, entonces el pa’i Maciel me dio una cátedra, él enseñaba ahí, entonces él se dejó de la enseñanza para que yo pueda entrar. Había un profesor ex seminarista, de apellido Zaracho, yo hacía Aritmética del primer curso, sistema antiguo, en el segundo curso hacía la primera parte de Álgebra, y Geometría primera parte. En el tercer curso hacía Álgebra y Geometría segunda parte. Cuarto curso trigonometría; quinto curso Física Mecánica, y así….

E: ¿Cuántos años vos tenías cuando eso?
V: Yo nací en 1947.

E: Tenías 21 años entonces. ¿En qué año ocurrió este hecho que te dispararon?
V: Esto sucedió en 1969 por ahí.

E: ¿Recordás más o menos qué mes?
V: En época de colegio era, porque yo insistía para irme a las clases.

E: ¿En ese momento usted ya estaba trabajando con el padre Maciel?
V: Yo muy poco todavía, pero nosotros ya estábamos marcados.

E: ¿Por qué?
V: Por mi padre., mi papá le dio todo al padre Maciel para que forme olerías; después ya comenzamos uno a uno que estábamos todos en los registros del control, porque había pyragüe en todos lados, y después yo ya no tenía idea de qué hacer, no me fui del país, mis amigos me ayudan. Cuando yo era criatura trabajaba en una casa de venta de repuestos para vehículos, yo entendía esas cosas.

E: Para entender un poco más la historia, usted entonces comenzó a trabajar en la escuela.
V: En el Colegio Cristóbal Pérez.

E: Ya estaba marcado dice usted, ¿qué significaba eso?
V: Marcado por los seccionaleros de Quiindy, ellos envían los nombres de los hijos de mi padre. Por ejemplo, mi peor pecado, vamos a decirle, es ir a reemplazarle al padre Maciel.

E: ¿Qué es lo que pasa en ese momento?
V: Los primeros tiempos nada, el primer año enseñé bien, tranquilo. En el segundo año ahí por la mitad ya empezó la cosa.

E: ¿Qué pasó?
V: No venían los alumnos y venía el presidente de la seccional y quería que le ponga la nota, así comenzó.

E: ¿Eran allegados (al presidente de seccional)?
V: Sí, la directora también me decía; pero en esa cosa no incidía tanto la persecución porque yo dije no y punto. La persecución es que después me atajaron en Paraguari.

E: ¿Eso fue en qué momento más o menos?
V: En la mitad del año por ahí.

E: ¿Saliendo del colegio?
V: No, yo vivía en Asunción, si yo todavía estaba estudiando el bachillerato, estaba haciendo el 6to curso, yo me iba para ganar un poco también mi dinero. Fue en ese viaje en que yo me iba para enseñar y después volvía otra vez.

E: Eso fue cuando le detuvieron.
V: A mí no me detuvieron, me atajaron en el sentido que me prohibieron pasar Paraguari, me hicieron bajar y dijeron “siga señor, usted tiene que ir otra vez de vuelta”.

E: ¿Era un policía?
V: Sí, policía era.

E: ¿Estaba uniformado?
V: Uniformado, todo completo.

E: ¿Y cuál era el motivo de redado, le dicen que era por orden de arriba?
V: Sí, y la otra parte ya te dije: cuando yo me recibí de bachiller yo no existía había sido.

E: ¿Desaparecieron tus papeles?
V: Todo desaparecieron.

E: ¿Hasta hoy no tenés certificado de estudio ni nada?
V: Nada, no existo luego, me morí ahí.

E: ¿Pero averiguaste?
V: Sí, en todos lados.

E: ¿Vos creés que los seccionaleros de allá mandaron a hacer o qué?
V: Yo creo que eso ya se hizo ya acá porque la juventud colorada del colegio era bastante fuerte.

E: ¿Por qué motivo suponés que hicieron?
V: Y por “comunista”, ese era el motivo.

E: ¿A vos te llegaron a acusar de “comunista”?
V: Sí, hasta ahora.

E: ¿Vos en qué año pensás que pudo haber pasado?
V: En el 67/68; yo soy de la promoción del 67.

E: ¿En ese momento creés que ellos pudieron haber sacado tus papeles?
V: Yo a lo primero creí que no me dieron porque muchas veces hay plata que hay que poner para tal o cual cosa, y no puse, yo creí que así nomás iba a ser.

E: ¿Quiénes pedían plata?
V: Y ahí para la fiesta de colación, la organización, yo pensé que por eso nomás no me hizo dar mis papeles. Pero después ya se puso en serio porque yo ya quería presentarme a la facultad y no tenía nada, hasta que no tuve, porque ahora no necesito más, sesenta años ya tengo, ahora yo ya tenía que haber estado jubilado.

E: ¿En algún momento usted militó en algún partido, movimiento o alguna organización con la que estuvo trabajando de cerca?
V: Sí, pero después ya de todo eso, fue por rebelión; hasta este momento yo mantengo eso.

E: ¿Pero más o menos en qué año empezó a involucrarse?
V: Yo estuve involucrado desde chiquitito con el pa’i Maciel, desde siempre, si a él se le buscaba en todos lados y estaba en casa.

E: ¿Pero usted decide colaborar en qué año más o menos?
V: Todos los años, desde que yo me fui a quedarme en Quiindy yo colaboré con ellos.

E: Cuando vos decís que después de que ocurrió esto, a modo de rebelión fue como que vos participaste más o fondo?
V: Sí.

E: ¿Asumiste otras responsabilidades?
V: Sí.

E: ¿Qué por ejemplo?
V: Hago organizaciones para la estabilidad económica de la gente, hacer proyectos. Si ustedes se van en Quiindy yo les voy a mostrar un montón de proyectos, que hasta ahora no se hizo nada. Yo agarré la parte de los campos comunales, donde los pobres largan su vaca, pero el campo comunal te da para largar la vaca nomás… Las Ligas Agrarias su principal objetivo era la adquisición de un mayor poder adquisitivo de cada familia, eso era lo más importante, que cada familia tenga u poder adquisitivo, y eso poder adquisitivo no se puede con un gobierno que te quiere programar tu vida, nosotros no aceptamos la programación, nosotros tenemos que hacer como nosotros creemos, nosotros tenemos que evolucionar como nosotros evolucionemos, no como ellos quieren que evolucionemos. El hospital tiene que ser hospital comunal, es nuestra costumbre, nada de extraños, por ejemplo los programas de agro tóxicos, para qué, para que se coman todos los costos de la familia, insecticidas que te traen para envenenar el país, nosotros no aceptamos eso. Nosotros nos reímos de esos campesinos que vienen a llorarle a Nicanor, porque ellos en el momento que hay un programa ellos tienen que decir no, nosotros tenemos nuestro programa, no después venir a pedir limosna. Nuestro proyecto es casa por casa, un niño a ver si tiene documento, a ver cómo se maneja, levantar el autoestima a la gente, ir a ver si no es casado se le hace casar, se le pone todo en condiciones, y de ahí se va yendo de a poco. Cómo se utiliza la huerta a nivel familiar, cómo se alimenta a los niños para ir a la escuela. No se olviden que las verduras que se presentaron en el Mercado 4 fueron de las Ligas Agrarias, traían de Capiibary, cuando se atropelló allá. Eso era lo que yo manejaba, hasta ahora yo tengo todo los proyectos, no sé nomás dónde lo que voy a presentar porque tengo miedo también pues.

E: ¿Te quedaste con miedo?
V: Sí. Y después que hay 1500 familias que se involucraron en esas cosas, y si yo le doy ese proyecto a un político él se va a ir a traer el dinero y come todo de mí y no pasa nada allá, qué va a decir la gente por mí.

E: ¿Partes de esos proyectos se implementaron en su momento?
V: Sí, en su momento. Algunos se quedaron muy bien, hasta ahora, por decir un 5 o 10%.

E: ¿Eso en qué parte es más o menos?
V: Nosotros estamos a 110 kilómetros de Asunción, a 2kilómetros sobre la ruta que va de Ybycu’i, esa es la compañía Costa Gaona.

E: ¿Ahí se sigue implementando más o menos eso?
V: En algunas casas, pero no en todas, el problema en Paraguay es que no nos dejan desarrollarnos, y nosotros tenemos que desarrollarnos, y el desarrollo es formas comisiones, cooperativas, que la gente vaya aumentando su caudal de riqueza, generador de riqueza, todo eso, para sus hijos, que no haya más niños desnutridos. Eso nosotros practicamos en la tercera orden franciscana, hacemos grandes reuniones y de ahí sacamos la conclusión de cómo está nuestro país, y nuestros país es democracia de palabra; el campesino tiene que trabajar, luchar para los poderosos, y encima para sus pares campesinos también, genera riquezas pero no se reparte esa riqueza a nivel, ese es la parte que ellos creen que somos comunistas.

E: Retomando eso, en aquel momento ustedes eran acusados de ser comunistas.
V: Sí.

E: ¿Por parte de quiénes era eso?
V: Del gobierno mismo, los grandes seccionaleros.

E: ¿Se acuerda de los nombres de alguno de ellos?
V: Baldomero Barrios.

E: ¿En qué año más o menos él estuvo en la seccional?
V: Como seccional no sé, pero como perseguidor de sus compueblanos sí. En una oportunidad él, había un señor de apellido Guerrero, ese es de la localidad de Tobati’gua, es otra localidad de Quiindy, era un señor próspero él, trabajador, producía miel, tenía piletas de miel para la caña (en Quiindy la caña blanca era la industria), un día se fueron y atropellaron, le llevaron a él, a su hija, a su esposa, a todos, y se quedó este señor que yo te dije (Baldomero Barrios) y trajo él y destiló todo.

E: ¿Había otro que también hacía lo mismo?
V: Yo no conozco otro, había gente que le apoyaba, grupo de seccionaleros, había gente que se iba y le apoyaba; ahora he visto que su hijo, Clemente Barrios está con Castiglioni.

E: En el caso de usted se involucró más en las Ligas Agrarias y sintió más la persecución en ese momento.
V: Sí, la presión. Te voy a decir cómo era eso, sesenta años yo ya tengo: yo no tenía derecho a casarme, porque donde me iba me rechazaban, porque si vos eras mi amigo, vos te ibas a la seccional y ahí nomás te ibas a decir…

E: ¿Usted se sentía discriminado?
V: Totalmente discriminado, todos los vecinos estaban por nosotros, y esa presión vos sentís, por ejemplo si yo venía a Asunción todo el mundo miraba para ver qué llevaba y qué no llevaba.

E: ¿Y con los parientes?
V: No tanto porque nosotros somos una familia casi de Asunción, mi padre, mi madre, abuela y abuelo materno y todos mis tíos y mis tías viven en Asunción, de parte de mi padre también viven en Asunción, otros pocos viven en Coronel Oviedo….
Yo me desenvolvía bien trabajando en contrabando, me iba en Clorinda, no tenía lugar fijo en donde dormía, me bajaba de Foz de Iguazú y me iba en Clorinda para trabajar.

E: ¿Eso fue después de que te atajaron aquella vez?
V: Sí, después de todo ya.

E: ¿Cuánto tiempo vos estuviste así?
V: Desde 1970 hasta 1989, hasta la caída (de Stroessner); hasta ahora tengo miedo.

E: Volviendo sobre el hecho aquél en que te atajaron en el cruce, ¿podés relatar más o menos cómo sucedió ese hecho?
V: Sí: yo me bajé antes de que atajen el camión, antes de la garita en que está el control, hay una curva ahí, en esa curva ahora está el hospital de Paraguari, ese era un baldío y ahí yo iba a pasar.

E: ¿Solías hacer eso?
V: No, primera vez era que hacía, porque era la tercera semana que yo no me presentaba más a mi trabajo, nadie sabía nada, y ahí se supo todo porque mi padre tuvo que saber qué me pasó y se fue junto a la directora y le contó, ahí recién se supo qué era el problema que yo tenía. Hay que luchar nomás luego en la vida para ganar, pero lo que más me dolió es que yo podía ser útil mucho más a mi pueblo, esa es la parte que más me duele… Ahora sigo, los tiempos necesarios yo le dedico a la gente, cómo podemos mejorar, ustedes si por ahí me pueden ayudar a conseguir una organización que quiere apoyarnos, hay 1.500 familias que viven al aire, y eso si nosotros le damos a un político él va a agarrar y a destruir todo, aunque no coma. Nosotros queremos que esa gente piense y evolucione y que vote por lo que más le gusta.

E: ¿Tiene miedo todavía a la dictadura?
V: No es fácil mi estimado, ustedes no se imaginan, mi mamá y mi papá no sabían en qué yuyal yo estaba durmiendo, mi mamá se quedó sola, a ella no le contamos porque si le llegaba la represión y sabían y le apretaban, por si cuenta.

E: ¿Ella no sabía nada?
V: No sabía, y así seguía.

E: ¿Vos estuviste viviendo clandestino prácticamente?
V: Y sí, ni siquiera como un animal, porque muchos perros de acá viven mejor de lo que yo vivía, no es fácil, fue una parte muy dolorosa, la otra parte dolorosa es que te vienen y te invaden la casa. ¿Ustedes conocen Abraham Cue? ¿Conocen la Pascua Dolorosa? Revisen y van a encontrar que esa fecha es siempre la intervención total, ¿por qué?, y porque el campesino junta su algodón, vende por la semana santa, que esto, que aquello, y el resto guarda en su valija o en su ropero, en cualquier parte, y eso se van y agarran todo, y andá a reclamar después, “comunista plata” te dicen.